Jinks
V.I.P.
El español no tuvo rival en Silverstone, donde firmó su décima victoria del año y la 300 de Ducati en el Mundial de Superbikes, que regresa el 4 de septiembre en Nurburgring
Carlos Checa puede irse de vacaciones tranquilo. Con dos tercios del Mundial ya disputados, con un mes por delante hasta que la competición regrese (el 4 de septiembre, en Nurburgring), al catalán no le queda otra que paladear el liderato mientras hace alpinismo. Otras cumbres. Porque en Silverstone volvió a frenar el ímpetu de sus dos grandes rivales, el peligro italiano encarnado por Biaggi y Melandri. Y refrendó su liderato tras su décima victoria del campeonato. Un weekend redondo.
Checa llega al parón veraniego con el buen sabor de boca del doblete en Silverstone. Dominó ambas carreras, supo gestionar los ataques de quienes jugaban en casa, como Eugene Laverty o Leon Camier, y abrió hueco con Biaggi y Melandri, para quienes las dos pruebas en el trazado británico se convirtieron en correr tras una zanahoria que se alejaba cada vez más. Y más. La anunciada debilidad de la Ducati1098R, la bicilíndrica en un mar de cuatro cilindros, no fue tal. Checa ganó las dos carreras y, de paso, regaló a Ducati sus victorias 300 y 301 en el Mundial de Superbikes. Un nuevo hito, un éxito especialmente bienvenido en Borgo Panigale, donde no viven muchas alegrías en la categoría grande de MotoGP.
Fuente: AS
