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V.I.P.
Tiago se retiró lesionado en la mitad de la primera parte · Toño y De Gea fueron los grandes protagonistas del partido al salvar algunas ocasiones claras · Tras 80 minutos de partido sin ritmo, los dos equipos ofrecieron una recta final muy intensa.
Atlético y Racing empataron sin goles en un choque que no pasará a la historia de los más entretenidos del fútbol. Aunque escasearon las ocasiones, lo cierto es que cada equipo dispuso de las suficientes para llevarse los tres puntos. Faltó intensidad y, sobre todo, acierto.
El Atlético y el Racing inician el año con un punto porque así lo quiere el reglamento. Lo lógico, sobre todo tras la primera mitad, hubiese sido restarle un punto a cada equipo y devolverle el dinero al aficionado. Pagaron por ver fútbol y no lo hubo. Querían goles y tuvieron que conformarse con paradas.
El encuentro brindó al aficionado la oportunidad de darse un último festín navideño con una siesta de pijama y manta. A De Gea, durante 41 minutos, el Racing también le dio la oportunidad de dormirse o alargar sus vacaciones. Sólo en ese momento, ya al filo del descanso, una falta bien lanzada por Kennedy obligó a que el portero del Atleti interviniera.
En la primera mitad parecía que Portugal le había ofrecido un pacto a Quique: "Tú juegas sin De Gea y yo sin Rosenbgerg, sin Kennedy, sin Munitis y sin Adrián". Al técnico del Racing le sobraban los cuatro de ataque porque hasta el descanso el encuentro se jugó sin porterías y en medio campo, en el del Racing. Los verdiblancos se limitaron a contener a Agüero para encontrar su objetivo: mantener el empate. El resto lo puso Toño, otro que algún día tendrá una estatua en Santander. Y es que el Racing recuerda en ocasiones a aquel Madrid que se aferraba a Casillas para salvar los muebles. La salvedad es que mientras en el equipo blanco jugaba Ronaldo (o en su defecto a Van Nistelrooy), en el Racing lo hace Rosenberg. Así, el Madrid luchaba por los títulos y el Racing deberá conformarse con la permanencia.
Toño fue el protagonista del Racing y de un partido con narración circular. Empezó, en el minuto 3, con el portero del Racing salvando un mano a mano ante Agúero y terminó. Ya en el descuento, con el mismo protagonista deteniendo magistralmente un cabezazo de Diego Costa. Entre medias, también Toño salvó a su equipo en el minuto 36 deteniéndo un buen disparo del delantero brasileño. En ese mismo minuto el árbitro del encuentro quiso premiar al portero racinguista eximiéndole de otro mano a mano ante el Kun. El argentino se quedo sólo pero el trencilla señaló un más que discutible fuera de juego.
Antes, en el minuto 20 había llegado la peor noticia para el aficionado del Atleti (y del fútbol) cuando Tiago tuvo que retirarse lesionado. El centrocampista más cabal de los que había en el campo dejaba el espectáculo en manos de Raúl García que pasaba de la banda al centro. Así, se sucedió la primera mitad, con pocos sobresaltos y menos ocasiones.
Tras el descanso el Racing apretó más. Portugal 'rompió el pacto con Quique' y permitió que Kennedy y Adrián se adueñasen de las bandas. Así, con once contra once los verdiblancos fueron por momentos superiores. Tando fue así, que Rosenberg obligó a De Gea a robar protagonismo a Toño al despejar la mejor y más clara ocasión del partido.
El cartel, sin Reyes ni Forlán, y la fecha, lunes gélido y 3 de enero, invitaba más a refugiarse en una tienda que en un estadio. Y bien que hicieron los que se decantaron por la primera opción. Sin embargo, el Calderón reflejó una buena entrada. Quizá por eso hay quien asegura que el Atleti tiene la mejor afición de España. También habría que acordarse y compadecerse de los racinguistas (y no sólo por este partido) de los que se desplazaron a Madrid y de los que lo vieron por Canal plus. A todos ellos, una estatua.
Fuente: As
Atlético y Racing empataron sin goles en un choque que no pasará a la historia de los más entretenidos del fútbol. Aunque escasearon las ocasiones, lo cierto es que cada equipo dispuso de las suficientes para llevarse los tres puntos. Faltó intensidad y, sobre todo, acierto.
El Atlético y el Racing inician el año con un punto porque así lo quiere el reglamento. Lo lógico, sobre todo tras la primera mitad, hubiese sido restarle un punto a cada equipo y devolverle el dinero al aficionado. Pagaron por ver fútbol y no lo hubo. Querían goles y tuvieron que conformarse con paradas.
El encuentro brindó al aficionado la oportunidad de darse un último festín navideño con una siesta de pijama y manta. A De Gea, durante 41 minutos, el Racing también le dio la oportunidad de dormirse o alargar sus vacaciones. Sólo en ese momento, ya al filo del descanso, una falta bien lanzada por Kennedy obligó a que el portero del Atleti interviniera.
En la primera mitad parecía que Portugal le había ofrecido un pacto a Quique: "Tú juegas sin De Gea y yo sin Rosenbgerg, sin Kennedy, sin Munitis y sin Adrián". Al técnico del Racing le sobraban los cuatro de ataque porque hasta el descanso el encuentro se jugó sin porterías y en medio campo, en el del Racing. Los verdiblancos se limitaron a contener a Agüero para encontrar su objetivo: mantener el empate. El resto lo puso Toño, otro que algún día tendrá una estatua en Santander. Y es que el Racing recuerda en ocasiones a aquel Madrid que se aferraba a Casillas para salvar los muebles. La salvedad es que mientras en el equipo blanco jugaba Ronaldo (o en su defecto a Van Nistelrooy), en el Racing lo hace Rosenberg. Así, el Madrid luchaba por los títulos y el Racing deberá conformarse con la permanencia.
Toño fue el protagonista del Racing y de un partido con narración circular. Empezó, en el minuto 3, con el portero del Racing salvando un mano a mano ante Agúero y terminó. Ya en el descuento, con el mismo protagonista deteniendo magistralmente un cabezazo de Diego Costa. Entre medias, también Toño salvó a su equipo en el minuto 36 deteniéndo un buen disparo del delantero brasileño. En ese mismo minuto el árbitro del encuentro quiso premiar al portero racinguista eximiéndole de otro mano a mano ante el Kun. El argentino se quedo sólo pero el trencilla señaló un más que discutible fuera de juego.
Antes, en el minuto 20 había llegado la peor noticia para el aficionado del Atleti (y del fútbol) cuando Tiago tuvo que retirarse lesionado. El centrocampista más cabal de los que había en el campo dejaba el espectáculo en manos de Raúl García que pasaba de la banda al centro. Así, se sucedió la primera mitad, con pocos sobresaltos y menos ocasiones.
Tras el descanso el Racing apretó más. Portugal 'rompió el pacto con Quique' y permitió que Kennedy y Adrián se adueñasen de las bandas. Así, con once contra once los verdiblancos fueron por momentos superiores. Tando fue así, que Rosenberg obligó a De Gea a robar protagonismo a Toño al despejar la mejor y más clara ocasión del partido.
El cartel, sin Reyes ni Forlán, y la fecha, lunes gélido y 3 de enero, invitaba más a refugiarse en una tienda que en un estadio. Y bien que hicieron los que se decantaron por la primera opción. Sin embargo, el Calderón reflejó una buena entrada. Quizá por eso hay quien asegura que el Atleti tiene la mejor afición de España. También habría que acordarse y compadecerse de los racinguistas (y no sólo por este partido) de los que se desplazaron a Madrid y de los que lo vieron por Canal plus. A todos ellos, una estatua.
Fuente: As
Y)