300 años de la última batalla ganada por Catalunya

Jinks

V.I.P.


El ejército catalán ganó otra lucha, pero no frenó el avance hacia Barcelona | Los sitiados quemaron las vigas de las casas de Els Prats de Rei para superar el frío

El 17 de septiembre de 1711, hace ahora trescientos años, el grueso del ejército austracista comandado por el general Guido Von Starhemberg llegaba a las afueras de Els Prats de Rei (Anoia) donde levantaba su campamento. En la vecina Calaf, el mariscal Louis Joseph de Bourbon, Duc de Vendôme, había establecido también su campamento dentro de la ofensiva por la Catalunya central para conquistar Cardona y Manresa.
Al día siguiente, Vendôme bombardeó con su artillería las murallas de Els Prats de Rei. Starhemberg reaccionó ordenando su ocupación para resistir al invasor. El general austriaco se salió con la suya y al cabo de tres meses consiguió que Vendôme se retirara hasta Lleida.

La batalla de Els Prats de Rei fue la última gran victoria de la coalición entre el Imperio Austríaco, Holanda, Reino Unido, Portugal y Saboya, aliados de Catalunya en la guerra de Sucesión, contra Felipe V enfrentado con Carlos de Habsburgo por la posesión de la corona española. Por la gran cantidad de soldados y efectivos militares y su duración, tres meses, la batalla es la más importante de este conflicto bélico y la tercera en importancia de las acaecidas en la península, después de la del Ebro, en 1938 y la de Ilerda, entre César y Pompeyo en el 50 antes de Cristo. También es una de las batallas más internacionales por la procedencia de sus combatientes. El ejército borbónico estaba formado por más de 30.000 soldados, franceses, castellanos e irlandeses, mientras que el de los aliados estaba compuesto por austriacos, alemanes, holandeses, ingleses, portugueses y unos dos mil miquelets catalanes en un número que superaría los 20.000 en total. Los borbónicos disponían de infantería, caballería y piezas de artillería, mientras que los aliados tenían infantes y caballería, entre ellos varias unidades de húsares.

Según el historiador Francesc Serra, la batalla tiene su epicentro en el pueblo de Els Prats de Rei, en el que sólo quedaron dos edificios en pie. "Se trata de una batalla de posiciones en las que la artillería de Vendôme bombardea sin piedad la villa en la que resisten unos quinientos hombres que Starhemberg va cambiando cada día. Tienen la misión de repeler un posible ataque de la infantería en el caso de que los borbónicos quieran conquistarla". Se da la circunstancia, según testigos e historiadores que la destrucción de Els Prats de Rei fue más obra de los sitiados que de los sitiadores ya que el frío hizo que los soldados derruyeran las casas para poder calentarse con la madera de las vigas.

La línea de batalla discurre desde el norte, cerca de Calaf, donde Vendôme se aloja y ha dispuesto su campamento y llega hacia el sur hasta el núcleo de Sant Pere del Vim. Los borbónicos tienen su cuartel general en la vieja masia de Cal Codina, a resguardo del fuego enemigo. Al este está desplegado el ejército de Starhemberg, que tiene su cuartel general en una masía adyacente a la vieja torre medieval de la Manresana. La batalla se caracteriza por los bombardeos continuos y la excavación de trincheras y túneles para poder atacar desde el subsuelo. Uno de los enfrentamientos más sangrientos se dio en los primeros días en la Masía de l'Albareda en la que hubo lucha cuerpo a cuerpo en las orillas de un torrente que se llenó de cadáveres.

Starhemberg consiguió contra todo pronóstico mantener la bandera austracista en las maltrechas murallas de Prats de Rei.

Hasta el mes de diciembre del mismo año la villa y sus campos cercanos vivieron varias operaciones militares. Con los dos ejércitos situados frente a frente se sucedían los pequeños combates para tomar posiciones o destruir piezas de la artillería enemiga. Además el ejército acampado en Els Prats de Rei tuvo un papel esencial en la defensa de la fortaleza de Cardona, que recibió ayuda continuada de Starhemberg y consiguió rechazar una gran ofensiva borbónica que Vendôme hizo en paralelo pero que colocaba a los aliados a su espalda.

A principios del mes de diciembre, Vendôme señalaba a sus generales que pronto conquistaría Cardona, pero pocos días más tarde esos mismos generales desistieron en el intento de ocuparla y huyeron hacia Lleida. El 22 de diciembre abandonaron la base logística de Calaf y sus posiciones en Prats de Rei. Vendôme pasó la Navidad en Lleida. Ese mismo día, Starhemberg, ya sin peligro, ordenó victoriosamente el levantamiento del campamento de la Manresana. No se conoce con exactitud las pérdidas de los aliados austracistas pero sí las bajas de los felipistas: 10.780 soldados, además de 4.341 caballos y 2.485 mulas, además de la destrucción de numerosas piezas de artillería. Fue la última victoria austracista en suelo catalán de una guerra que se perdería dos años más tarde cuando Catalunya tuvo que enfrentarse sola a los ejércitos de Felipe V. El ejército catalán, ya sin milicias extranjeras en el territorio, aún consiguió otra victoria en la batalla de Talamanca, en agosto de 1714, pero a diferencia de Els Prats de Rei no consiguió frenar a los franco-españoles, que acabaron tomando Barcelona.

La batalla de Els Prats de Rei se produce en un momento crucial de la guerra de Sucesión. Serra, citando a otros historiadores como Pierre Vilar, explica que mientras Starhemberg lucha, el pretendiente Carlos de Austria ha sido coronado emperador y que Inglaterra y Holanda han establecido conversaciones para explorar la paz con Francia y España.

En este contexto, Catalunya fue el escenario de la guerra pero no recibió ayuda de los otros ejércitos para organizar una fuerza armada propia. Este papel lo cumplían los miquelets, una fuerza organizada de voluntarios a sueldo, que eran mayoritarios entre los austracistas aunque también los hubo entre los borbónicos, además de los sometenistas, milicias de los pueblos.

Los escenarios de la batalla de Els Prats de Rei han sido objeto de prospecciones arqueológicas a cargo del GRC-DIDPATRI (Didàctica del Patrimoni, Noves Tecnologies i Museografia Comprensiva) de la Universitat de Barcelona, que dirige el catedrático de Didàctica de les Ciències Socials, Francesc Xavier Hernández. Los resultados de la intervención fueron escasos ya que los terrenos más susceptibles de esconder materiales están ocupados por campos de cultivo. En el Museu dels Prats de Rei pueden contemplarse entre otros materiales algunas de las bombas redondas que empezaron a caer sobre el pueblo hace ahora 300 años.

Fuente: la vanguardia
 
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