El padre del CD, DVD y Blu-ray: “No habrá una cuarta generación”

cherokin

V.I.P.
Su sistema de codificación permitió el paso del mundo analógico al digital. Ahora son los discos los que se enfrentan a la extinción, a menos que se conviertan en un objeto de culto como el vinilo

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Kees Schouhamer Immink ha hecho posible tres generaciones de discos digitales

Kees Schouhamer Immink es un nombre que pasa desapercibido para la mayoría de la población, aunque algunos tengan estanterías llenas de sus creaciones. Este ingeniero neerlandés de 68 años es responsable de una de las mayores revoluciones del siglo XX que supuso el paso del mundo analógico al digital. Su trabajo en Philips lo convirtió, gracias a su sistema de codificación, en el padre del CD, DVD y Blu-ray, tres generaciones de discos en formato físico condenadas a desaparecer por la mano de internet. ¿O quizá a permanecer en nuestras estanterías durante algunas décadas más?

“No habrá una cuarta generación”, niega rotundamente Immink mientras da un trago a su cerveza, “el streaming y la nube son el futuro”. Teknautas charla con él en el Palacio de la Bolsa de París tras la entrega de los premios al inventor europeo del año. Aunque no ha ganado en la categoría a la que estaba nominado y que homenajea la carrera de toda una vida, no parece importarle lo más mínimo. Tampoco parece afectarle el ocaso de una forma de entender el mundo y la cultura: “Los tiempos cambian, así es la vida y no me quejo. Las cosas son como son”, asegura con una sonrisa algo triste. No le faltan motivos para estar contento, porque en 68 años ha logrado registrar más de 1.000 patentes.

'No creo que los CD sean algo del pasado antes de 15 o 20 años, sus ventas sólo han caído un 40% en 15 años'

La historia del CD, y por lo tanto de la revolución digital, comenzó en 1974 cuando Immink y su equipo intentaron encontrar una alternativa a los discos de vinilo mientras trabajaban en Philips. Las muescas y la aguja fueron sustituidas por una láser capaz de leer el código binario grabado en la superficie del CD sin tocarlo. No fue tarea fácil: el trabajo de este ingeniero consistió en desarrollar un innovador sistema de codificación (EFM) que traducía los surcos del vinilo en unos y ceros.

Años más tarde Immink mejoró el sistema para los DVD. Y luego, una vez más, para los Blu-ray. El inventor explica que se ha detenido la investigación para la generación que sucedería a estos últimos. Es debido a la competencia y también a la agonía del formato físico, superado por el mundo online, pero sobre todo por motivos técnicos: “Sería extremadamente complicado, porque habría que mejorar todavía más la precisión de los láseres”.

Immink compara la aparición con el CD con el Big Bang. Así como esta gran explosión dio lugar al universo, el disco compacto abrió las puertas al mundo digital que llegó después. “Se introdujo a principios de los 80 y fue la primera vez que los consumidores pudieron apreciar la calidad del sonido digital. Luego vino el DVD y los mp3 y toda la revolución que supuso la transición de analógico a digital”. Esto no sólo cambio la industria musical y del entretenimiento, también la informática. En su momento, los CD-ROM ofrecían más espacio de almacenamiento que un disco duro: enciclopedias y videojuegos estuvieron disponibles con una calidad nunca vista antes.

Immink, que posee más de 1.000 patentes, inventó el sistema de codificado del CD y lo mejoró para el DVD y posteriormente para el Blu-ray
Quizá por este Big Bang Immink tiene una pieza favorita en su extensa colección de CD y DVD. Se trata de Brothers in Arms, de la banda británica Dire Straits. El disco compacto se lanzó en 1982, pero al principio no se vendió muy bien. Tres años más tarde, Philips se convirtió en la primera empresa en usar el formato digital para grabar un álbum de música. De esta forma los hermanos Knopfler coronaron al CD como nuevo rey de la música, con más de un millón de copias vendidas.

¿Supone la era de internet el fin de estos discos? Puede que no haya una cuarta generación, pero Immink cree que a estos dispositivos todavía les queda cuerda para rato. “En realidad la venta de CD sólo ha caído un 40% en 15 años, todavía es un gran mercado. No creo que los CD sean algo obsoleto antes de 15 o 20 años”, afirma convencido el neerlandés. Lo cierto es que, aunque en declive desde 2008, en 2012 las ventas rozaron los 5.000 millones de euros.

No le faltan razones para pensar algo así. Aunque el disco compacto convirtiera en prehistórico a su pariente analógico de vinilo, estos todavía sobreviven. Sin demasiadas dificultades, de hecho. Según este pionero, ni Spotify ni Netflix ni las descargas ilegales pueden cambiar la forma de ser de las personas. Al menos de algunas de ellas. “Desde la nube no posees un álbum o una película realmente. Si quieres hacer un regalo es poco probable que compres un vale de descarga”.

En su opinión, a la gente le gusta ver su colección de miles de CD e ir a tiendas especializadas a bucear entre la mercancía. Algunas de ellas ni siquiera “tienen interés en descargar música” porque quieren tener entre sus manos “algo real”. Y por eso defiende que algunas personas los conservarán con tanto cariño como los vinilos: "Yo tengo una buena colección porque me gusta ver las películas en DVD y para mí es un placer comprar un CD, pero los tiempos cambian y mucha gente nunca ha comprado uno de estos discos e incluso considera que la música es gratuita".

Piratería y nuevas tecnologías

Immink considera que internet “ha ayudado mucho” a las copias ilegales. Pero no es algo nuevo: “La piratería fue uno de los motivos por los que la industria musical adoptó el CD, ya que durante los primeros quince años fueron imposibles de copiar”.

Así como el Big Bang dio lugar al universo, el CD abrió las puertas al mundo digital que llegó después
Como ingeniero, alaba la evolución de las nuevas tecnologías en cuanto a almacenamiento se refiere. Pone como ejemplos los últimos discos duros: "Puedes comprar uno de 1 TB por 50 euros, donde te caben 2.000 CD de 500 MB, ¡es increíble!". También señala la ironía de que nadie tenga tantos álbumes de música en su casa. A fin de cuentas, nadie podría leer los 20.000 libros que caben en un ereader normal.

“Todo lo demás es alumbrado de gas, una cosa del pasado”. Es una frase dicha en su momento para explicar la disrupción que supuso el CD y que Immink adora. El progreso tecnológico no se detiene y ahora puede aplicarse a los discos. El formato físico puede tener un futuro dudoso, pero todavía le queda un largo canto de cisne comparable al de los vinilos en forma de nostalgia y coleccionismo. Al igual que su padre, aún tienen mucho que decir.

15-06-2015

FUENTE: EL CONFIDENCIAL
 
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