Los proveedores de Madrid dejarán de cobrar por el despilfarro de Gallardón

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ZAPATERO NO LE PERMITE REFINANCIAR LA DEUDA

El despilfarro de Alberto Ruiz Gallardón lo pagarán los proveedores madrileños. El Ayuntamiento de Madrid retrasará los pagos tras la negativa del Gobierno a permitirle refinanciar su deuda. El único alivio para su alcalde será la autorización para subrogar la deuda de la M-30, 100 millones de ahorro.

Alberto Ruiz Gallardón ha salido este miércoles de Moncloa con las manos casi vacías. El Gobierno sólo le ha dado la golosina del permiso para que el Ayuntamiento de Madrid subrogue la deuda de la M-30. Pero, sobre la cuestión fundamental, Rodríguez Zapatero ha sido inflexible: la capital no podrá emitir renegociar su deuda pública en 2011. El año que viene será complicado para el alcalde más gastador de España. Y en mayo hay cita con las urnas en las elecciones municipales.

Así lo ha explicado el propio Ruiz Gallardón en una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa tras reunirse durante más de una hora con Zapatero para pedirle que todas las entidades locales puedan refinanciar su deuda hasta un importe máximo del 80 por ciento de los vencimientos de la misma, una reclamación respaldada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

La deuda de la ciudad de Madrid se acerca a los 7.500 millones de euros. No sólo es la mayor de todos ayuntamientos españoles, sino que también es superior a la de todas las comunidades autónomas a excepción de Valencia y Cataluña. En porcentaje de los ingresos está en el entorno del 150% (los presupuestos de 2010 preveían 4.900 millones de euros), el doble del 75% permitido por el Gobierno a las corporaciones municipales para emitir nueva deuda. Por eso, desde que Elena Salgado realizara el anuncio de que sólo las corporaciones más solventes podrán emitir nueva deuda, Ruiz Gallardón ha sido el alcalde más belicoso contra la medida.

Sin embargo, este miércoles, José Luis Rodríguez Zapatero se ha mostrado inflexible y ha negado al popular el permiso que éste pedía. Ramón Jaúregui, ministro de la Presidencia, ha asegurado tras la reunión que "España está haciendo sus deberes" en materia de austeridad "y no puede emitir una señal que insinúe que no se van a cumplir los compromisos.

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Sueldos y proveedores

La consecuencia será que el ayuntamiento no podrá endeudarse. Es decir, que tendrá que hacer frente a todos sus gastos del año que viene con lo que recaude con los impuestos. Gallardón ya ha anunciado que esta negativa del jefe del Ejecutivo se traducirá en retrasos en el pago a los proveedores que trabajan con el Consistorio, aunque ha garantizado que no afectará al abono de las nóminas del Ayuntamiento ni a los servicios sociales esenciales.

La única reclamación que ha aceptado Zapatero de las planteadas por Gallardón ha sido la subrogación de la deuda de la sociedad Madrid Calle 30 por el Ayuntamiento. Esto supone una mejora técnica, pero no una modificación del volumen total de la deuda del consistorio, aunque permitirá un ahorro de unos 100 millones de euros anuales.

Gallardón ha dicho que aunque no tiene "ningún elemento de optimismo" tras la reunión, el Gobierno todavía tiene tiempo para reconsiderar su posición y permitir a los ayuntamientos la refinanciación de su deuda hasta que se voten las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado en el Parlamento. Además, ha recordado que Madrid "no tiene ninguna dificultad para pagar" la deuda y que dedica a ello 3,4 euros de cada 100, mientras que la Administración central destina 10.

Año electoral

El hecho de que 2011 sea un año electoral hace especialmente complicada la situación del alcalde. Este año, la necesidad de refinanciación ha alcanzado los 257 millones de euros respecto a un presupuesto de 4.932 millones. Si el ejercicio que viene las cifras son similares (aún no hay unos presupuestos municipales definitivos), Gallardón tendrá que reducir el gasto corriente en un 5,21%. Y siempre es complicada para un político hacer recortes semanas antes de la cita con las urnas.

En este sentido, el anuncio de que se retrasará el pago a los proveedores parece anticipar que el Ayuntamiento intentará llegar como sea a las elecciones. No se recortarán nóminas ni servicios sociales y se hará caer toda la carga sobre los hombros de los proveedores del consistorio madrileño, a los que se obligará a mantener las facturas pendientes de cobro. El problema es que en este período puede haber muchas pequeñas empresas madrileñas que lo pasarán muy mal.

Tampoco será fácil que aumente los impuestos poco antes de colgar los carteles electorales, y más aún tras las sucesivas subidas que se han efectuado en 2010 en el IBI y en la tasa de recogida de basuras. Precisamente, en las últimas semanas se ha anunciado que el Ayuntamiento de Madrid adeuda a las contratas de basuras "500 millones de euros".

fuente: libertaddigital.com
 
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