Inter de Milan 3 Barça 1

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V.I.P.
PESIMO ARBITRAJE

El partido entre el Inter y el Barcelona comenzó con dos decisiones arbitrales muy controvertidas. El colegiado portugués Benquerença se inventó un fuera de juego de Diego Milito en el minuto 9, cuando el argentino, que había recibido el balón de Samuel Etoo en posición legal, se marchaba solo hacia Víctor Valdés.

Apenas dos minutos después, Etoo le robó limpiamente un balón a Keita que le dejaba en clara situación de gol. Sin embargo, Benquerença paró la jugada y decretó falta del camerunés, quien además vio tarjeta amarilla por desplazar el balón.

Sin embargo, en el minuto 61 dio validez al tanto de Diego Milito que suponía el 3-1 cuando el argentino estaba en fuera de juego. Recibió el balón de Sneijder cuando estaba más adelantado que Piqué. Ni Benquerença ni su asistente lo señalaron.

Benquerença también se equivocó al no expulsar a Messi por un codazo a Maicón en el minuto 66. El brasileño tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla sangrando por la nariz. Sí acertó en cambio al no señalar penalti en una caída de Dani Alves en el área del Inter ante Sneijder. El brasileño se tiró.

CRONICA

Como un proverbio chino dice que se puede dormir en la misma cama sin tener los mismos sueños, Barcelona e Inter son dos equipos de dibujo no demasiado distinto pero aspiraciones futbolísticas enfrentadas. El Inter no acumula posesión, no teje el juego y juega pensando en desactivar al rival y activar cuanto antes, con el atajo del balón largo, a su falange ofensiva. Del Barcelona ya sabemos casi todo. Así que al duelo entre dos dibujos parecidos pero dos espíritus antagónicos no le faltaban alicientes. Aún así, los tenía todos por disputar medio billete para la final del Santiago Bernabéu: Mourinho contra Guardiola, Alves y Maicon, Etoo contra el Barcelona, Ibrahimovic contra el Inter, Motta también contra su ex equipo y Cambiasso, Samuel o Sneijder con opción de ayudar al suyo, del que no todos salieron con una sonrisa en los labios.

Pero los renglones torcidos del morbo tenían la lupa enfocada, de entre tantas batallas privadas, en el gesto de un Mourinho que para algunos pasaba un examen capital para saber si el banquillo del Bernabéu le sentaría bien. Si enredar y minimizar al Barcelona medía la nota, Mourinho aprobó con sobresaliente y, de paso, dio un paso tangible hacia el Bernabéu. El resultado final pone al Inter en franquicia para meterse en la final del Santiago Bernabéu y enfrenta al Barcelona de Guardiola a una realidad casi desconocida: la necesidad de la magia y la heroica, vivir a partir del camino lleno de espina, del resultado en contra.

El Barcelona necesita un 2-0. Bien mirado, es el resultado que logró en la liguilla ante el Inter y sin Ibrahimovic y Messi. Pero la sensación es que el equipo italiano, y Mourinho había avisado, es mucho mejor ahora. Aunque pene en competición doméstica con la Roma declarada en rebeldía, tiene el foco puesto en la Champions y el resultado está por encima de lo mejor que soñaba el Giuseppe Meazza en el inicio, no digamos tras el gol de Pedro. El Inter fue mejor y sólo concedió al Barcelona los primeros minutos. Midió los pasos y después se lanzó a una presión fanática muy adelantada, huyendo de la encerrona en su área. Sneijder hizo mucho daño en la presión a Xavi y hurgando en el espacio a la espalda de Alves. Etoo hizo de obrero por la izquierda y la movilidad de Pandev fue determinante para desbaratar el sistema nervioso del Barcelona.

Con esas armas, el Inter fue vertical, incisivo, salvaje. La primera parte fue un tiovivo emocional en el que siempre sobrevivió mejor el equipo de Mourinho. El pulso lo marcó el público, que cayó cuando el Barcelona tocó y rugió cuando el Inter mordió. Rugió contra el árbitro, contra Ibrahimovic, contra Messi, contra Alves, contra todo... Rugió cuando Benqerença falló en un fuera de juego que dejaba sólo a Milito. Pero rugió mucho más con las llegadas del Inter, en un despliegue que encontró siempre la espalda de los laterales del Barcelona y que dejó sin salida a sin toque a un Barça que perdió balones, regaló contras y vivió nervioso. Y todo a pesar de que Pedro, otra vez Pedro, marcó cuando el Inter empezaba a crecer y en la única acción clara del equipo azulgrana en la primera parte. Maxwell encontró la línea de fondo y, ante la pasividad de Cambiasso y la imprecisión de Lucio, encontró en el pase de la muerte al canario, que marcó. Del gol vino el espejismo. El Barcelona fue mejor durante unos minutos contra un Inter tocado y un público hundido. Xavi tuvo sus mejores minutos, siempre muy atrás, y ahí se vio la realidad del partido para el equipo catalán: sin fluidez, sin ideas, sin instinto asesino y con muchas piezas fuera de foco: Ibrahimovic desaparecido, Messi completamente desdibujado, Busquets transparente, Alves desacertado...

Excelente reacción del Inter

Después de unos minutos recuperando aire, el Inter volvió a su plan y tuvo una fase excelente en la que arrasó el partido y casi la eliminatoria. Fue entre el ecuador del primer tiempo y el ecuador del segundo, entre el 0-1 y el 3-1, ida y vuelta del cielo al infierno para el Barcelona. Milito ganó siempre la partida y primero perdonó dos ocasiones de gol pero luego intervino para asistir a Sneijder, que empató el partido colgado del enorme espacio que Alves no defendió. Del descanso salió un Barcelona todavía intoxicado por el ecosistema tan agresivo contra su juego y un Inter pletórico, que rompió primero con una llegada letal de Maicon y después con el tercer gol, que llegó en un remache de Milito, en fuera de juego y tras toque de cabeza de Sneijder.

Ahí el Barcelona pareció muerto y el Inter desatado. Y si hasta ahí todos los elogios fueron para los de Mourinho, conviene felicitar al Barcelona por su recta final, en la que se rebeló contra el destino y encerró en su área a un Inter ya sin fuerzas y completamente embotellado. Ibra dejó su sitio a Abidal. Pedro se colocó de delantero centro, Alves de extremo... hubo ocasiones, un balón salvado bajo palos por Lucio y hasta un empujón en el área a Piqué. Pero no hubo gol redentor.

Ese tramo final dibujó a un Barcelona con espíritu pero sin energía, con una entrega encomiable pero sin ningún factor diferencial. Y si puede lamentar que Messi no apareció, quizá haya que celebrar que el equipo aprendió que puede apretar y apocar al Inter, meterle en su área y llevar el partido a la épica, a la moneda al aire, a la guerra total por tierra, mar y aire... Y quizá entonces, y sólo entonces y si Ibra o Messi rompen la maraña de Mourinho... quizá entonces el Barcelona vea otra vez cerca una final del Bernabéu que ahora parece tan lejos para los de Guardiola... y tan cerca para Mourinho.
 

JuanHack

V.I.P.
FORZA INTER!

Inter.png
 

JuanHack

V.I.P.
jajajajaja que buenoooo!!:icon_happy::icon_happy::icon_happy::icon_happy: PTAH que eres culé?:icon_stunned::p
 

JuanHack

V.I.P.
yo soy madridista yo al Fc Barcelona no lo considero español... cataluña quiere separarse de españa...y la web oficial del barsa está en catalán lo odio jeje por eso no puedo ver al barsa... porque no lo considero español :icon_bigsmile:
 

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V.I.P.
Bueno, respeto tu pensamiento.
Pero tambien hace poco tuve que ir de papeleos a la comunidad Valenciana y me hablaban en valenciano.......
 
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