El papa aterriza en Alemania en medio de protestas

Jinks

V.I.P.


Benedicto XVI dice que es "lógico que las personas se puedan sentir escandalizadas" por los abusos sexuales por parte de clérigos a menores"



El papa Benedicto XVI ha aterrizado hoy en el aeropuerto de Berlín para iniciar su primera visita de Estado a Alemania, el tercer viaje a este país y que está marcado por las protestas. A las 10.30 horas (8.30 GMT), el papa ha sido recibido al pie de la escalerilla, entre otros, por el presidente de Alemania, Christian Wulff, la canciller federal, Angela Merkel, y el gabinete ministerial germano.
Poco después de su llegada, Benedicto XVI será recibido con los honores de un jefe de Estado en el Palacio de Bellevue por el presidente, con quien departirá en la primera cita de su viaje de cuatro días a Alemania. La visita del papa estará marcada por las protestas y en prevista intervención el Bundestag se ausentará un nutrido grupo de parlamentarios críticos contra dicha visita.
En su tradicional discurso en el avión,el pontífice ha dicho que la pederastia es un "crimen" y ha afirmado además que entendía las protestas contra su visita a Alemania. El papa ha indicado que era "lógico que las personas se puedan sentir escandalizadas" por los abusos sexuales por parte de clérigos a menores y que la Iglesia trabajará desde dentro contra este escándalo.
También ha afirmado que era "normal" que en una sociedad libre, en este tiempo de secularización, haya personas que se manifiesten contra su presencia. El papa se ha referido a las manifestaciones previstas en Alemania contra su viaje y su presencia hoy en el Parlamento federal, donde pronunciará un discurso al que no asistirá un centenar de diputados de izquierdas.

Regreso a su país natal

Este es el vigésimo primer viaje de los realizados por el mundo por el papa Benedicto XVI en sus seis años de pontificado. También esta es la tercera vez que el papa Ratzinger visita su país, tras los realizados en julio de 2005 para presidir en Colonia la XX Jornada Mundial de la Juventud, y en septiembre de 2006 cuando visitó Munich, Ratisbona y Altotting, en su Baviera natal,
Benedicto XVI regresará a Roma a primeras horas de la noche del domingo 25. El siguiente viaje del papa será a Benin, del 18 al 20 de noviembre próximo, y supondrá su segunda visita a África, después de la realizada en 2009 a Camerún y Angola.

Más de un centenar de diputados no estarán en su discurso para denunciar la línea conservadora que ha impuesto Benedicto XVI


Cuando el cardenal Joseph Ratzinger se convirtió hace seis años en Benedicto XVI, una ola de orgullo y alegría recorrió el país natal del nuevo pontífice, pero su elección también despertó profundas dudas. Seis años después de su elección, la euforia que vivió la gran mayoría de la población alemana se ha convertido en una peligrosa decepción, que aflora con nueva intensidad en vísperas de la visita que hoy inicia Benedicto XVI a Berlín.
Aunque miles de creyentes han viajado a la capital de Alemania para asistir a una misa monumental que tendrá lugar esta tarde en el estadio olímpico, la presencia del papa ha provocado una inédita división en el seno del Parlamento federal, el principal foro político del país, donde el papa debe pronunciar un discurso. Mas de un centenar de diputados socialdemócratas, verdes y del partido La Izquierda decidieron ausentarse del hemiciclo para denunciar la línea conservadora que ha impuesto Benedicto XVI a la Iglesia católica y también porque consideran que su discurso es incompatible con la neutralidad religiosa del Estado alemán.
En los últimos seis años, Benedicto XVI ha ignorado las demandas pidiendo más tolerancia en el seno de la Iglesia, que acabe con la política discriminatoria hacia los católicos divorciados que han vuelto a casarse y los homosexuales, y que acepte la necesidad de recomendar anticonceptivos para evitar el sida en África.
Por eso, un variopinto conglomerado de colectivos homosexuales y movimientos laicistas decidieron organizar una manifestación de protesta en el centro histórico de Berlín a la misma hora en que Benedicto se dirija al país desde el hemiciclo del Bundestag. Los organizadores quieren denunciar la postura del Vaticano y en especial del Papa ante los homosexuales y la planificación familiar.
El alcalde de Berlín, el homosexual Klaus Wowereit, afirmó que saludaba la visita del pontífice a Berlín y que le recibirá personalmente cuando llegue al estadio olímpico, pero a la vez dijo comprender el rechazo de parte de la ciudadanía. «Es de esperar que en una ciudad como Berlín la gente tenga críticas hacia la Iglesia católica y quiera manifestarlas», dijo, recordando el carácter protestante y secular que impera en la capital.
Las protestas también acompañarán al papa en Friburgo, una ciudad fervientemente católica y etapa final de su viaje, donde un grupo que se autodenomina Friburgo Sin el Papa repartió camisetas impresas con una ilustración de la histórica catedral cubierta con un condón de color rosa.
En su calidad de jefe de Estado, el papa será recibido por el presidente de Alemania, Christian Wulff, un católico practicante, divorciado y casado en segundas nupcias que no puede recibir los sacramentos.


Fuente: Diario vasco

 
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