Deportivo 4-5 Barcelona

Rufii

Experto
1350769490779.jpg



El Barça se ha llevado el partido de lo que pudo ser y no fue. Pudo ser una goleada escandalosa y no lo fue. Pudo ser una remontada épica y tampoco lo fue. Pero lo que sí fue es un bellísimo partido trufado de goles, coraje y fútbol en estado puro, sobre todo el que salió de las botas de un superlativo Cesc Fábregas, que marcó la diferencia con un recital que valió la victoria del Barça en Riazor, en la que no faltó un triplete del omnipotente Messi. [Datos y estadísticas del Deportivo 4-5 FC Barcelona]

El '4' azulgrana firmó su mejor partido desde que regresó a Barcelona. De sus botas nacieron las asistencias de tres de los cinco goles culés en Coruña, dos de ellas de auténtico tiralíneas. No terminó el partido, pero fue la clave de la victoria del Barcelona, que consiguió apaciguar una y otra vez la rebelión deportivista y llegar al minuto 90 con un gol más que su rival y llevarse los tres puntos a casa.

Pudo ser fácil, pero no lo fue. Tras unos primeros 17 minutos locos del Barcelona, al Deportivo se le puso el partido muy cuesta arriba, con un 0-3 en contra y el Barça en su salsa. El Barça fue un ciclón desde el inicio y en siete minutos ya ganaba 0-2. Corrían solo dos minutos de juego cuando Cesc Fábregas metió un magistral pase en profundidad para la caerrera de Jordi Alba, que definió perfecto ante la salida de Aranzubia.

Sin tiempo para la reflexión, Messi encontró a Tello solo, libre de una defensa que se centró en el argentino. El canterano recortó dos veces a Ayoze y fusiló a Aranzubia, que marchó por segunda vez a la red para recoger el cuero. Siete minutos: 0-2. Pero lejos de reaccionar, el Deportivo seguía sin comparecer en Riazor, lo que aprovechó Messi diez minutos después para marcar el tercero de un trallazo tras el pase de tacón de Cesc.

El tercer tanto parecía dejar el partido en bandeja para el Barça... pero solo lo parecía. La grada pidió más testosterona a sus jugadores y estos respondieron de inmediato. Lejos de bajar los brazos, el Deportivo despertó con un balón al palo de Riki. Aunque la jugada estaba invalidada fuera de juego resultó ser un acicate para la rebelión blanquiazul, que comenzó a materializarse en el minuto 24, cuando el propio delantero deportivista cayó en el área culé ante la entrada de Mascherano. Penalti para los locales.

Pese a que el punta buscó el cuerpo del defensa, el colegiado señaló penalti y enseñó la primera amarilla a Mascherano. Pizzi, con 'paradinha' incluida, batió a Valdés e inició una remontada que, tras diez minutos de posesión azulgrana, comenzó a creerse el 'Dépor' con un disparo de Bergantiños que no pudo blocar Valdés. El 2-3 encendió la ilusión de Riazor pero también las alarmas culés, que reaccionaron rápido para irse a la caseta con un 2-4. De nuevo Cesc apareció con un pase con el exterior increíble y de nuevo Messi aprovechó el centro para llevar el balón a la red.
 
Arriba