Aguirre sigue considerando "alta traición" lo ocurrido en el bar Faisán

Hann

Dealer
RUBALCABA: EL PP NO QUIERE EL FIN DE ETA

El chivatazo centra el debate político. Aguirre habla de "alta traición" mientras Rubalcaba insinúa que el PP no quiere el fin de ETA.

Suele pasar con cualquier asunto de gran relevancia jurídica; tanto PP como PSOE aseguran que los tribunales les han dado la razón. El fallo de la Audiencia Nacional, revocando el procesamiento de la cúpula policial de Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha sido ni mucho menos una excepción.

Para los populares, existe "toda apariencia de indicios que conducen a posibles delitos" por lo que, en voz de Javier Arenas, "habrá una responsabilidad política muy grave si se han cometido esos delitos" de los que, en principio, "hay indicios apreciables" por parte del órgano judicial.

El vicesecretario general de los populares insistió en esta idea para remachar que "cuando se sepa la verdad, nacerá una responsabilidad política" porque "no se ha permitido que este asunto se investigue en el ámbito de las Cortes Generales". Traducido: tanto Rubalcaba como Antonio Camacho estarían "manchados" por el chivatazo.

Mariano Rajoy también se pronunció sobre el fallo, en declaraciones a los periodistas tras visitar el municipio murciano de Lorca. Cauto, más cauto que nunca si cabe, afirmó que "es bueno seguir investigando" porque la Audiencia consideró "delito" el chivatazo. "Habrá que poner toda nuestra confianza en la Justicia", dijo, habida cuenta de que "a estas alturas no vamos a tener explicaciones políticas".

Impresión similar transmitió Esperanza Aguirre que, sin embargo, elevó en decibelios la postura del partido: "Sigo considerando alta traición lo que ha ocurrido en el Faisán y la resolución reconoce que hay delito. ¿Qué es delito? Avisar a ETA de que va a venir la Policía. Si usted eso no le parece grave, pues imagínese", sentenció, en rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno.

Sobre aspectos más técnicos se refirió el responsable del ramo, Federico Trillo, que recordó que "lo que ha dicho la Audiencia ha sido confirmar que ha existido un delito grave" pero, aún yendo aún más lejos, que "existen otras muchas pruebas que todavía se pueden practicar".

"Hay más Faisán que nunca" aunque se haya "estimulado el celo" para que "vuele más alto", dijo Trillo. Al hilo, el diputado Ignacio Gil Lázaro añadió que "ya nadie puede poner en cuestión" que el chivatazo existió por lo que "no es una invención" del principal partido de la oposición.

Desde el punto de vista judicial, Gil Lázaro también dejó claro que para el PP no es tan nocivo que la causa regrese a manos del juez Ruz, ya que "en tan sólo unos meses ha hecho una investigación y ha dado prueba" del escándalo. "Si el juez Baltasar Garzón mantuvo cuatro años congelado el caso en un cajón, Ruz ha dado un empujón sustancial a la causa", remató.

Camacho intenta lavarse la cara

Diametralmente opuesta es la opinión en la bancada socialista, desde donde piden por activa y por pasiva un perdón público hacia el candidato de Ferraz a La Moncloa. "El caso está liquidado, no hay nada de nada", se afanó el diputado del PSOE, Antonio Hernando, en el escritorio del Congreso.

Para el portavoz de Interior de este partido, Rajoy debería disculparse con los responsables de Interior "por decencia democrática" si bien no espera "mucho" porque "no está en su ADN rectificar a pesar del varapalo judicial para sus tesis".

El jefe de Hernando, el actual ministro Antonio Camacho, no dudó en intentar lavar su imagen: "He estado siempre, durante ocho años, en el mismo lado, defendiendo el buen nombre y el buen hacer la Policía, sobre todo en la lucha antiterrorista, y creo que son otros los que deben reflexionar muy seriamente sobre la actitud que han mantenido y las consecuencias que puede tener en el objetivo de todos los demócratas en la lucha antiterrorista", dijo, sin admitir preguntas.

"Voy a explicarle a todos los españoles porqué el PP me ha calumniado e insultado, arrastrado por el suelo el nombre de los policías", arrancó Rubalcaba, en unas breves declaraciones en las Cortes. Y el motivo, según espetó, es que "la lucha contra el terrorismo va bien, porque estamos a punto de acabar con ETA". "Esto es lo que más me entristece de todo", remató.

José Blanco, como portavoz del Gobierno, no se quedó atrás: "No había ninguna razón para procesar ni a policías, ni al director general de la policía. Todo el discurso político del PP de hablar de responsabilidades políticas y todas las acusaciones que hicieron al ministro del Interior han quedado sin ningún tipo de argumento", aseveró.

La opinión más formada vino de la mano del abogado y antiguo juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, que salió en defensa de Ruz al sentenciar que su auto de procesamiento es "impecable en la parte del razonamiento", y que por tanto "había motivos suficientes para confirmarlo".

Fuente: libertaddigital
 
Arriba